¡Abrazo Intergeneracional!
Justo acababa de bailar con un amigo con el que conseguí olvidarme de mi rutina. Había disfrutado de esa conexión que me aporta el baile denominado kizomba. Me sentía feliz y mis emociones estaban a flor de piel.
Me giré de repente y se presentó ante mí la imagen más tierna que me podía haber imaginado unos meses atrás. Pedro y Toni se estaban fundiendo en un abrazo tierno y sincero. Pedro es un hombre de edad avanzada y Toni un joven de apenas 18 años. Se conocieron en las pistas de baile. No son familia, pero tienen una relación intensa y profunda como la de un abuelo con su nieto.
Es verdad que bailar con Pedro transmite sensaciones diferentes a las que sientes con Toni. Pero en cualquier caso, lo que une a estos hombres es su pasión por la música, por el baile. Es esa vitalidad interior que les lleva a salir a bailar cualquier día de la semana y disfrutar y sentir la música con todas las personas con las que comparten esta pasión.
La edad no es ningún límite si hay pasión, amor y ganas de vivir y disfrutar de los muchos placeres que nos ofrece la vida. Y bailar kizomba es una de esas oportunidades que ofrece la vida y que Pedro y Toni han decidido no perderse.